Indicadores sobre aoraciones que debe saber

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Crear un Parque devocional de los Siete Dolores de Nuestra Señora es muy similar a desarrollar un Floresta del Via Crucis o del Rosario: una imagen o estatua de la Raíz de Todopoderoso se usa como punto de enfoque, con cada Dolor colocado uno tras otro. Para cada Dolor, y la Gracejo que lo acompaña, enumeramos algunas sugerencias de uso de plantas.

Jehová mío, meditando vuestros dolores y los de vuestra Santísima Madre, te ofrezco estas oraciones para vuestra anciano edén, y pido me obtengas las gracias necesarias para cultivarse de Ella la conformidad amorosa con tu santa voluntad.

He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la ventura eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

La Gracejo que ofrece para este sexto dolor es: “Los ayudaré visiblemente en el momento de su muerte. Verán el rostro de su Madre”.

Como se puso de pie a los pies de la cruz, traspasada por la espada del dolor, mirando los Fanales de su hijo.

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Meditar los siete Dolores de Nuestra Origen Santísima es una manera de compartir los sufrimientos  más hondos de la vida de María en la tierra.

Alcanzadme, Raíz mía, las luces de la divina gracia, para que acierte a escapar con paso firme y resuelto de las persecuciones y asechanzas de mis vicios y pasiones, que son mis mortales enemigos, hasta verme menos y seguro en el inexpugnable perímetro de la clase de Todopoderoso durante mi fatigoso y arriesgado tránsito por el desierto de este mundo, a fin de poder llegar felizmente al término de mi marcha, y alcanzar la dicha de verme reunido con mi redentor Jesús, y con Vos, amante Madre mía.

Creo que las mujeres que tienen la dicha de ser madres, y han tenido aún la oportunidad de, como la Virginal María, apreciar la pérdida de un hijo, son las que mejor pueden comprender y reparar una profunda devoción cerca de los siete dolores de la Santísima Casto María y unirse a ella rezando y meditando en ellos cada vez que les es posible.

Casto María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de emanar, no obstante era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio

Las cuentas brillaron como el estrella, y eran blancas como la nieve. Me dio el Rosario, y me dijo: "Este es el Rosario de mis lágrimas, que mi Hijo confía a su amado Instituto, como en testamento. La invocación pero ha sido dada por mi Hijo. El quiere honrarme de devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima una forma específico por medio de estas invocaciones, y concederá con antojo los favores que se le pidan con fervor por mis lágrimas.

Para finalizar el Rosario de 3 cuentas, puedes hacer una breve oración personal de agradecimiento o pedir las intenciones que desees. Asimismo puedes terminar rezando el Salve Regina, la oración final tradicional del Rosario.

5 Lágrimas de dulzura, derramadas con gran suavidad por la unión intima del alma con Alá. Son lágrimas de puro apego que derraman los santos en las mas altas cumbres de perfección cristiana.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al hundir a tu Hijo; El, que Cuadro creador, dueño y señor de todo el universo, Bancal enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte Cuadro Positivo; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido alcanzar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Origen nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor .